24 abril 2012

V-2. La venganza de Hitler

José Manuel Ramírez Galván acaba de publicar con la editorial Melusina el
que probablemente es el primer libro especializado en español sobre la V-2 (y si no es el primero, desde luego es el más riguroso y documentado).

A lo largo de sus 286 páginas salpicadas de decenas de fotografías, se hace un recorrido por toda la historia de este arma precursora de los misiles balísticos y de los lanzadores espaciales, desde los inicios de la cohetería en Alemania hasta la captura de los técnicos y de los resultados de sus investigaciones por los aliados, incluyéndose los principales derivados de post-guerra a que dio lugar. Entre medias, el libro nos ofrece un detallado relato del desarrollo de este revolucionario cohete, de su despliegue bélico, y de las acciones tanto de inteligencia como operativas de los aliados para intentar acabar con esta amenaza.

Un completo recorrido, por tanto, por toda la historia relacionada con el desarrollo de la cohetería en la Alemania de la Segunda Guerra Mundial, que resulta de un gran interés tanto para los aficionados a este periodo de la historia como para los aficionados a la astronáutica que quieran saber más sobre los desarrollos de la cohetería avanzada que culminarían llevando en pocos años al hombre al espacio.

01 abril 2012

El fundador de Amazon descubre en el fondo del mar los motores del Apollo 11

…y al parecer se dispone a recuperarlos.

Perdonadme la expresión, y disculpadme los que no estéis de acuerdo, pero esto me parece una soberana gilipollez. Vale, seguramente a Jeff Bezos, fundador de Amazon, el dinero le sobra para dedicarse a estos hobbies… y seguramente también hasta tendrá la suerte de recuperar la inversión exponiendo cuatro hierros oxidados y cobrando entrada, o vendiéndoselos a algún museo que también sea tan estúpido como para pagar por ellos. Pero a esto no le veo ningún sentido. Me parece puro fetichismo.

Vamos a ver, no estamos hablando de recuperar restos arqueológicos de gran interés… Se trata de recoger unos motores de un lanzador Saturn V (supongo que son motores F1 de la primera etapa, aunque la nota de prensa que he leído no lo especifica) que llevan ya 50 años bajo el mar, que han sufrido el impacto de su caída desde miles de metros, y que entre ese impacto y la corrosión del medio salino deben estar literalmente “hechos polvo”. Unos motores de los cuales ya existen ejemplares bien conservados en varios museos. ¿Que estos funcionaron en el lanzador que llevó al hombre a la Luna por primera vez, y que por eso valen más que cualquier otro por muy destrozados que estén? Vamos a ver, que se trata de una máquina, da lo mismo que haya funcionado empujando un trasto con personas a bordo o en un ensayo en banco, es la misma máquina. Lo que digo: puro fetichismo.

Ya sé que mucha gente no estará de acuerdo conmigo, lo sé, estas cosas en el fondo son pasionales más que racionales, pero es que no puedo entenderlo. Esto me parece lo mismito que cuando, hace ya quizás 20 años, visité de jovenzuelo el museo del ejército en Madrid y vi expuestos en una vitrina los calzoncillos ensangrentados de no sé qué héroe de no sé qué guerra. ¡Soberana estupidez y mal gusto! Es el mismo fetichismo ridículo que veo con esto.

En fin, hay gente pá tó. Y si les sobra el dinero, al fin y al cabo es suyo. Pero mejor sería que lo invirtieran en algo de mayor provecho…